Brasil se paraliza ante la primera huelga general de los últimos 20 años
Los trabajadores del mayor aeropuerto de América Latina, el de Guarulhos en São Paulo, fueron unos de los últimos en confirmar que se unirían a la huelga. Los transportes públicos de las principales ciudades también se quedarán parados. Lo mismo sucederá con hospitales, escuelas, centros de salud, bancos, servicios de mensajería pública (Correos) y privada, como los moto boys que colapsan las avenidas y calles de la capital paulista cuando se trasladan de una empresa a otra. Ellos tampoco trabajaron este viernes.
Después de 31 años, los brasileños han decidido unirse a la gran huelga general convocada por una centena de sindicatos y de movimientos populares contra la reforma laboral y de pensiones bajo el eslogan de “Por ningún derecho menos”. Incluso la Confederación Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) ha apoyado la huelga y ha animado a los trabajadores a secundarla: “Convoco a todos para que participen en la gran manifestación del día 28”, dijo en un vídeo Fernando Saburido, arzobispo de Olinda (Recife).
El secretario general del CNBB, Leonardo Steiner, también fue muy crítico con el gobierno de Michel Temer (PMDB): “El presidente Temer no es muy permeable en relación a lo que le sucede a los pobres, y al apoyar estas reformas el Congreso también demuestra ser poco sensible a las demandas de la sociedad”. Días antes era el propio Papa Francisco quien escribía una carta al presidente brasileño y declinaba su invitación al país con más católicos del mundo, y le pedía que “sus políticas comenzaran a preocuparse por los pobres”.
Pero esta semana no todo fueron críticas para el gobierno pemedebista, porque el lunes en la primera visita como presidente de Mariano Rajoy a Brasil, el gallego felicitó en varias ocasiones a Temer por el rumbo de sus nuevas políticas: “Aunque a uno se le critique hay que hacer una reforma laboral para que mejore el país, nosotros la hicimos y después de cinco años y muchas críticas hemos vuelto a ganar las elecciones”, dijo Rajoy en un encuentro con empresarios en el Hotel Hilton Morumbí de São Paulo.
El miércoles por la noche la Cámara de los Diputados aprobó la reforma laboral que ahora tendrá que pasar por los votos del Senado para que sea definitiva. La nueva norma altera 100 artículos de la actual CLT (Consolidación de las Leyes del Trabajo). El cambio fundamental será que a partir de ahora primará la negociación entre el trabajador y la empresa antes que lo legislado. Lo acordado tendrá fuerza de Ley en trece puntos clave como la jornada laboral, las vacaciones, el tiempo de descanso, la remuneración, el banco de horas extra, etc. Sin embargo, en puntos como el décimo tercer sueldo o el seguro de desempleo lo que diga la legislación tendrá prioridad sobre la negociación particular.
Pero la reforma que ha causado más indignación ha sido la relativa al sistema de pensiones, rechazada por el 93% de los brasileños y que pretende cambiar la edad mínima obligatoria de jubilación, aumentar el tiempo mínimo de contribución para recibir la pensión completa, y modificar la forma de calcular el valor del beneficio.
Para las mujeres la edad mínima de jubilación pasará de 60 a 62 años, para los hombres se continuará en 65, pero elimina la posibilidad de que los trabajadores se jubilen por tiempo trabajado, habrá que cumplir la edad mínima. Pero el punto más polémico es el aumento de tiempo cotizado para obtener la jubilación completa, que será un total de 49 años (19 más que ahora). Por cada año menos de ese total descontarán un 1% del valor cotizado. Con el sistema actual si un hombre de 65 años se jubilaba con 25 años trabajados, su pensión se recortaba un 5%, con la nueva ley el recorte será de un 24%. Estas modificaciones se votarán en la Cámara de los Diputados el próximo 2 de mayo y después deberán pasar por el Senado.