Científicos mejoran sin querer la vida de las baterías ion litio hasta cuatro veces
La ciencia es algo curiosa: puedes tirarte años y décadas con un proyecto normal y encontrarse un gran descubrimiento de algo que no tiene nada que ver por casualidad. Es lo que le ha pasado a científicos del MIT y de la Universidad de Tsinghua que estaban trabajando juntos en evitar la oxidación de las partículas de aluminio cuando se exponen al aire, y que han acabado encontrando una solución para mejorar la duración de las baterías de ion de litio.
La teoría que tenían para evitar la oxidación era bañar las nanopartículas en ácido sulfúrico y oxisulfato de titanio, para disolver el óxido de aluminio y que el óxido de titanio ocupe su lugar.
Sin embargo en uno de los experimentos en el que iban a demostrar que esto funcionaba, los científicos se olvidaron de retirar las nanopartículas de aluminio de la mezcla, y estas se tiraron ahí durante varias horas.
Lo inteligente es que cuando los científicos volvieron no se echaron las manos a la cabeza por tener que repetir el experimento, sino que comprobaron bien el resultado por si podría tener alguna utilidad.
Lo que descubrieron fue emocionante: el ácido se había “comido” parte de la estructura de la partícula y había creado una capa externa de unos 4 nm, con un interior de aluminio, similar a la yema de un huevo.
Usando este resultado como ánodo en una batería, comprobaron que después de 500 ciclos de carga y descarga la capacidad de la batería era cuatro veces superior a la de una batería normal que usa grafito como ánodo. Además, estas baterías pueden tener tres veces la energía de una batería convencional.
