Colombia intensifica la velocidad de crecimiento en su desarrollo y proyección
La receta de Colombia no es un secreto. Desde hace ocho años se habrían tomado una serie de medidas para incentivar la inversión privada.
Según las cifras oficiales anunciadas en junio por su ministro de Hacienda, durante el primer trimestre del año la economía reportó un crecimiento de 6,4%, el más alto de América Latina durante dicho período y uno de los más altos del mundo. Lo más sorprendente es que no se trata de una recuperación que sigue a una época de recesión, sino que estamos presenciando una intensificación de la velocidad de crecimiento: durante el 2012 Colombia creció 4%, el 2013 4,3% y, al notable ritmo que va, la proyección para este año es de un 4,7%. Todo esto, además, apenas pasar la etapa electoral, época en la cual lo natural es que los inversionistas sean especialmente cautos y pisen el freno en espera de confirmar cuál es la dirección por la que el nuevo gobernante terminará encaminando al país. Se trata, sin duda, de un rotundo éxito.
Por ejemplo, Colombia ha trabajado de forma decidida en mejorar la eficiencia del Estado en todas las áreas que evalúa el informe Doing Business del Banco Mundial: apertura de una empresa, obtención de permisos de construcción, registro de propiedad, pago de impuestos, facilidad del comercio fronterizo, entre otros. Esto ha llevado al país, entre otras cosas, a ocupar el puesto 6 de 184 naciones en protección a inversionistas, 24 en facilidad para conseguir licencias de construcción y 25 en resolución de procesos de insolvencia. Lo destacable es cómo nuestro país ha avanzado en estos últimos años en distintas categorías de este ránking y logrado el liderazgo en varias muy importantes.
Colombia, además, ha creado un clima de negocios adecuado para captar más inversión extranjera que para finale del 2013, esta llegó a US$128 mil millones. Las principales inversiones se encuentran en hidrocarburos y minería.
Por otro lado, el Gobierno ha enfrentado dos problemas que son comunes en la región: los gravosos regímenes laboral y tributario. En ambos casos, en aras de fomentar la formalización de los trabajadores y las empresas, Colombia ha reducido los sobrecostos de manera notable.
Finalmente, el Estado parece ser bastante eficiente y ambiciosopara el desarrollo de la infraestructura que conecta a la gente y facilita los negocios. Su plan de nuevas concesiones para el período 2015-2020 alcanza los US$25 mil millones.
Fuente: El Comercio (Perú)
