Cómo Arabia Saudí manipula a medios de comunicación extranjeros, según Reporteros sin Fronteras
Gracias a WikiLeaks, Reporteros sin Fronteras es capaz de exponer cómo el gobierno de Arabia Saudita, que ha suprimido toda la libertad de prensa en el país, intenta cooptar a medios de comunicación extranjeros con el fin de proyectar una imagen positiva del reino a nivel internacional.
Sus métodos se revelan en cables filtrados entre embajadas sauditas y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia que WikiLeaks ha estado publicando como los «Cables saudíes.» No todos ellos están anticuados, pero la mayor parte de los documentos cubren el período 2010-2015.
Si bien no siempre está claro a partir de los cables lo que se hizo realidad, se exponen las iniciativas extraordinarias que fueron al menos consideradas por el gobierno de Arabia Saudita, en un intento de mejorar su imagen en el exterior.
Diplomacia de Talonario de cheques
Siempre que sirve a sus intereses, Arabia Saudita canaliza fondos a las organizaciones de medios de comunicación de todo el mundo, desde los Estados Unidos a Irán y Senegal. La financiación por lo general toma la forma de donaciones o miles de suscripciones directas.
En 2011, por ejemplo, la embajada saudí en Londres sugirió financiar Wesal Farsi TV (ahora llamado Tawhid), un canal de televisión en lengua persa con sede en Londres, propiedad de un ciudadano iraní suní opuesto al gobierno de su país. A cambio de la financiación mensual y permitiendo Arabia Saudita a nombrar a un representante para la junta de gobierno, el canal de televisión respondería a las críticas de medios de comunicación iraníes de Arabia Saudita.
El embajador saudí en Senegal propuso aumentar la financiación en forma de suscripciones al diario Le Soleil de 4.000 a 10.000 dólares al año y ayudar a la fundación medios Wal Fajr a cambio de la cobertura de asuntos saudíes y las actividades de la embajada.
A veces son los medios de comunicación quienes piden a los saudíes financiación. Esto es lo que el jefe del centro de prensa afgana Spogmai hizo en 2009. Se solicita financiación para la creación de un sitio web de noticias, un periódico, una revista y una estación de televisión que actuaría como contrapeso a los medios de comunicación afganos financiados por Irán o la India.
Como reacción a la crítica
Otro método utilizado por el gobierno es el contraataque o sanción en respuesta a informes de los medios dañinos. Esto es lo que pasó con el diario Financial Times de Londres, que tuvo que retirar su corresponsal y cerrar su oficina en Riad por publicar «mentiras» sobre Arabia Saudita. Las autoridades sauditas incluso consideraron procedimientos legales si el periódico no emitía una disculpa y se comprometía a cubrir Arabia Saudita de una manera «neutral» y «objetiva».
Se pidió al embajador saudita en Beirut que explicara el cambio aparente en el periódico libanés y la política editorial de Al-Safir, después de que publicó una historia sobre Osama Bin Laden y los wahabíes, que -en opinión de Riad- estaba llena de «argumentos engañosos» y de «información falsa».
En un cable sin fecha, la embajada saudí en Berlín informó al Ministerio de Relaciones Exteriores sobre los rumores de una campaña mediática contra los países árabes, entre ellos Arabia Saudita, por la embajada israelí en Berlín, en cooperación con los medios de comunicación alemanes.
En contrarrestar esta ofensiva la embajada saudita propuso utilizar a los periodistas y los escritores alemanes con experiencia para escribir artículos sobre Arabia Saudita cada seis meses, y para traducir los libros de saudíes que se promovieron en los eventos culturales. Los cinco periodistas cobraron, al menos, 7.500 euros al mes ($22.286.996 pesos colombianos).
En Sudáfrica, el embajador sugirió pagar a un académico y a un periodista cerca de 10.000 dólares ($26.881.720 pesos colombianos) en 2009 para responder a los artículos publicados en un periódico a finales de 2008 sobre las raíces del extremismo islámico moderno.
La importancia de las embajadas
Las embajadas desempeñan un papel dinámico en la organización y el mantenimiento de la propaganda pro-saudita activa en el extranjero. Como están familiarizados con los medios locales, están mejor situados para supervisar lo que los medios de comunicación están diciendo y hacer sugerencias para el gobierno saudí.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia presta mucha atención a lo que se informa a nivel internacional sobre cuestiones relativas a Arabia Saudita, recibiendo revistas de prensa iraníes diarias y frecuentes revistas de prensa de otras partes del mundo, especialmente los medios de comunicación en lengua árabe.
Además de los cables entre las embajadas de Arabia Saudita y el Ministerio de Relaciones Exteriores saudita, los documentos obtenidos por WikiLeaks incluyen documentos del ministerio de exteriores y correos electrónicos, y los informes de los servicios de inteligencia del ministerio y de interiores. En una reacción oficial en Twitter, el gobierno saudí advirtió a sus ciudadanos a no compartir documentos que, dijo, podrían haber sido fabricados.
No hay medios de comunicación independientes en Arabia Saudita. Los periodistas están bien censurados o autocensuran por temor a represalias.
Saudi world view: Iran, Hezbollah & Christians are planning to take over Beirut! #SaudiCables https://t.co/VU6S4GsvA3 pic.twitter.com/VnhIMKGABk
— WikiLeaks (@wikileaks) July 11, 2015