El copiloto de germanwings sufría depresión
Andreas Lubitz pasó 6 meses en Terapia Psiquiátrica, medios Alemanes aseguran que Lufthansa conocía su estado psiquiátrico.
Andreas Lubitz, copiloto del avión de Germanwings siniestrado este 24 de marzo en Francia, tenía 28 años y era de nacionalidad alemana. nacido en Montabaur, localidad situada en el estado alemán de Renania-Palatinado y vivía en Dusseldorf.
Se graduó en el año 2007 en el instituto Mons-Tabor-Gymnasium. Tenía acumuladas 630 horas de vuelo y, según el fiscal del Marsella Brice Robin, se quedó a los mandos del avión siniestrado cuando el comandante abandonó un momento la cabina. Le bloqueó el acceso de forma voluntaria y, según la autoridad francesa, habría descendido voluntariamente con la intención de estrellar la nave en los Alpes. Este copiloto había comenzado a trabajar en Germanwings en septiembre del año 2013, su formación profesional la realizó con Lufthansa en Bremen y también en Phoenix estado de Arizona en los Estados Unidos.
Según ha informado el diario The Times, Andreas Lubitz fue «suspendido durante meses» por Lufthansa en esa etapa de formación en el año 2009, y tenía un historial de depresión por «una crisis existencial». Lufthansa no ha querido explicar las razones de esa baja, ateniéndose a que está bajo la prerrogativa de la confidencialidad médica. Según Der Spiegel, esa baja se debió a «depresión o agotamiento por estrés profesional». En cualquier caso, la compañía asegura que cuando acabó la formación e hizo las pruebas estaba «100% preparado para volar».
El informativo Alemán Bild, citando a círculos de Lufthansa asegura que el copiloto estuvo seis meses recibiendo tratamiento psiquiátrico de forma regular y estaba siendo medicado. El periódico alemán asegura que esa información está en documentos oficiales de la autoridad alemana que supervisa el transporte aéreo y que Lufthansa, compañía madre de Germanwings, tenía conocimiento de ese tratamiento. El grave episodio depresivo, como se le define en el periódico Alemán, quedó constatado en el acta sobre el copiloto del departamento de tráfico aéreo alemán bajo el código «SIC», que se refiere a la necesidad de que el afectado se someta a revisiones médicas regulares.
Andreas era un joven muy agradable, divertido y educado, según la alcaldesa de Montabaur, Gabriele Wieland, ha explicado a la agencia de noticias alemana DPA que el joven había vivido con sus padres y tenía también un alojamiento en Düsseldorf, ciudad a la que se dirigía el avión de Germanwings. El fiscal ha insistido en que tenía la capacidad de pilotar solo el avión, tenía todos los certificados y podía pilotar. Hace dos años obtuvo un reconocimiento de la Administración Federal de Aviación (FAA).
Andreas murió como primer oficial de servicio en la catástrofe aérea, publicó en su página el Club de Deportes Aéreo (LSC Westerwald) de Montabaur, del que fue miembro, al conocer la noticia del accidente el pasado martes. Cumplió su sueño de volar, sueño que ahora ha pagado caro con su vida, manifestaban sus compañeros del club en recuerdo de un joven que, señalaban, comenzó como piloto de planeadores y llegó a ser piloto de un Airbus A320. Era un tipo completamente normal, cuenta Klaus Radke, director del club local del vuelo en el que Andreas obtuvo su primera licencia de vuelo hace años.
Andreas Lubitz, aparentemente, llevaba una vida activa y normal, corría la media maratón en un buen tiempo y mostraba interés por la música pop y los night-clubs, según su página en Facebook, que también muestra una foto de Andreas Lubitz junto al puente Golden Gate en San Francisco. Conociendo a Andreas, esto es algo inconcebible para mí, afirma Peter Ruecker, miembro del club de vuelo y que conocía a Lubitz. Andreas era un joven muy agradable que recibió su formación aquí y que era miembro del club, explica Ruecker. Nos los pasamos muy bien, aunque a veces quizá era un tanto silencioso. Era un chico como otro cualquiera aquí, tenía muchos amigos, no era un solitario, asegura Ruecker.
Sin vínculos con el terrorismo La fiscalía alemana ha confirmado que no tiene conocimiento de ningún antecedente de terrorismo relacionado con Andreas Lubitz, que no figuraba en ninguna lista de sospechosos, han explicado las autoridades francesas; por el momento, la investigación abierta en Francia sigue apuntando al homicidio involuntario. El capitán, por su parte, trabajaba en Germanwings desde mayo de 2014 y tenía una experiencia de más de 6.000 horas de vuelo, la mayor parte de ellas con Airbus. Anteriormente el capitán había trabajado en la matriz Lufthansa y en la aerolínea Condor.