El Desplome del Petroleo trae ganadores y Perdedores.
En junio de este 2014, el precio del barril Brent estaba por las nubes, a 115 dólares el barril, ahora su valor seis meses después ronda los 60 dólares por barril.
En el año 2011, el precio del petróleo subio, superando por primera vez la barrera de los 100 dólares por barril. Eso se debió, por las primaveras árabes y las consecuentes guerras en Libia y Siria hicieron que disminuyera la producción de crudo en estos países; y al terremoto de Japón y sus consecuencias en la central nuclear de Fukushima, que inspiró un temor ante la amenaza nuclear, propició que aumentara la demanda de petróleo.
Ahora, esto se ha invertido: hay más producción de petróleo y menos demanda. Esto se debe, a las nuevas técnicas empleadas en Estados Unidos como el fraking que tienen como finalidad extraer más crudo en suelo estadounidense e importar menos; así como la consolidación de las potencias emergentes como Brasil en Sur America que cada vez producen más petróleo en sus territorios y dependen menos de lo que marque el mercado internacional.
La opción más cómoda para muchos países de la Opep seria bajar la producción de petróleo, lo que acabaría forzando que aumentara su precio. Sin embargo, Arabia Saudita se opone a esto y en Viena se acordó mantener los actuales ritmos de producción por petición de Riad. A Arabia Saudita le interesaría mantener el actual ritmo de producción de crudo y, de este modo, forzar que siga bajando el precio para estrangular la economía iraní, puesto que el 60% de los ingresos de sus exportaciones provienen de la venta del crudo, que representa el 25% del PIB de este país.
Por otro lado, con esta política, Riad también perjudicaría a otro de los grandes aliados del régimen sirio, a Rusia. La crisis del petróleo, sumado a las sanciones internacionales por las políticas del Kremlin en Ucrania, ha propiciado el desplome de su moneda el rublo, la moneda rusa, que ha perdido su valor frente al dólar alrededor de un 100%. Finalmente, se ha especulado que otro de los objetivos de Arabia Saudita seria propiciar que el precio del petróleo fuera tan bajo, que el fracking no sea de beneficio para USA y, por eso, desestimara esta forma de explotación y volviera apostar más por la importación.
Los grandes perdedores de esta situación son los países que sus economías dependen básicamente del petróleo como Venezuela, Ecuador, Colombia México o Brasil. Sin duda el más perjudicado es Venezuela, el primer productor de la región y con las mayores reservas del mundo, ya que su economía se basa principalmente en este producto. El 90% de sus exportaciones las constituye el crudo, que representa el 50% de sus ingresos fiscales. Eso, sin duda, repercutirá en las políticas sociales que el gobierno finanza.
Por su parte, el 60% de las exportaciones ecuatorianas se basan en el petróleo, un producto que representa el 10% del presupuesto del Estado, lo que también repercutiría en la inversión social del gobierno ecuatoriano. “Si cae mucho el precio del petróleo, si hay recesión o cae la recaudación de impuestos, nuestra variable de ajuste es a la inversión, o sea que en vez de construir 200 escuelas construiremos 100”, expresó hace poco el presidente de Ecuador, Rafael Correa. Otro de los perjudicados en la región es Colombia que el 50% de sus exportaciones dependen del petróleo, que representa el 22% de los ingresos fiscales, el gobierno colombiano dejaría de percibir alrededor de 3.600 millones de dólares.
México, el segundo productor de Latinoamérica, vive una contradicción puesto que el desplome del precio de crudo repercute sin duda a la industria petrolera, pero beneficia a la manufacturera que podrá adquirir este producto a un menor coste y, por ende, producir más barato. Por su parte, Brasil es el tercer productor de la región, pero la mayoría de su producción es para consumo interno, por lo que le afecta poco lo que suceda a nivel internacional. Por su parte los países que si se beneficiarían de esta situación son principalmente Chile, los estados caribeños y centroamericanos que son importadores de crudo y, por tanto, podrían obtener este producto a un precio más bajo.
La guerra del petróleo que está llevando Arabia Saudita está ahogando a los países de la OPEP, que ya están pidiendo que se limite la producción para controlar la caída en picado del precio que, si sigue a este ritmo, podría caer a los 43 dólares en el 2015, el precio más bajo desde el 2005.
Fuente: Nuria S.