Escándalo en El Salvador: un vídeo destapa que la derecha negoció con maras
El Salvador se ha visto sacudido por una polémica grabación de vídeo en la que aparecen importantes líderes del principal partido de oposición de El Salvador, Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), en una reunión con líderes de las principales pandillas que tienen atemorizado al país.
El encuentro tuvo lugar entre la primera y segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2014. Reunió al entonces vicepresidente de ideología de ARENA, Ernesto Muyshondt, al alcalde del municipio de Ilopango, Salvador Ruano, y a los líderes de las principales maras del país, la Salvatrucha y la Barrio 18.
Muyshondt ejercía además como portavoz de la campaña presidencial y vicepresidente de ideología de ARENA, actualmente principal partido oposición, aunque tiene mayoría en la Asamblea Legislativa. ARENA dominó también el poder Ejecutivo del país desde 1989 hasta 2009.
A principios de 2014 ARENA pretendía pactar una nueva tregua si su candidato, Norman Quijano, ganaba la segunda y definitiva vuelta de las elecciones presidencial de aquel año. Finalmente perdió por un estrecho margen (0,11%) frente al candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y actual presidente de la República, el ex guerrillero Salvador Sánchez Cerén.
«Si querés ser político en este país, tenés que tratar con ellos»
En la mayor parte del vídeo no se ven las imágenes, pero sí se puede escuchar perfectamente las voces de los protagonistas. Ellos han reconocido su participación en el hecho. Sus justificaciones han causado casi tanta sorpresa como el mismo vídeo: “Si querés ser político en este país tenés que tratar con ellos”, ha declarado Muyshondt, quien asegura estar con la conciencia tranquila porque no ofreció nada ilegal. Justificó la reunión en que los pandilleros bloquearon en la primera vuelta de las elecciones a los simpatizantes de ARENA, pues en la campaña Norman Quijano había prometido “aniquilar a las pandillas”.
El FMLN ha exigido al conocer la noticia que la Fiscalía General de la República investigue los vínculos entre ARENA y las pandillas y aclare si se cometió un fraude electoral.
El año pasado, la Corte Suprema de Justicia estableció que las maras podían ser consideradas como grupos terroristas.
En 2015, El Salvador registró la escalofriante cifra de 6.667 homicidios, con una tasa de 103 muertos por cada 100.000 habitantes. Está considerado el país más violento del mundo, al nivel de naciones en guerra declarada como Siria. Los principales poderes públicos del país estudian decretar el estado de sitio durante un mes en algunos municipios especialmente azotados por la delincuencia.
Contrarios a la tregua de la izquierda
El escándalo es aún mayor en tanto ARENA siempre mostró públicamente su negativa a la tregua asumida en 2012 por el anterior gobierno del FMLN, presidido por Mauricio Funes, y que redujo de 15 a 5 el número de asesinatos diarios durante los 15 meses que duró. Aquella tregua había sido respaldada por la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Iglesia Católica.
Se da la paradójica circunstancia de que el diputado Muyshondt fue precisamente uno de los más críticos con aquel acuerdo de la anterior administración.
El presidente del partido ARENA, Jorge Velado, se desmarcó rápidamente de la reunión, aunque aseguró que las intenciones de Muyshondt eran buenas: “Conseguir que las pandillas dejaran de molestar a los salvadoreños ante la segunda vuelta”.
El controvertido encuentro fue facilitado por el alcalde de Ilopango, que también es miembro de ARENA y que mantiene una relación ‘amistosa’ con las maras. La presencia del alcalde en la reunión se explica en parte para garantizar la seguridad de todos los presentes. Del vídeo se deduce que no era la primera vez que se producía una reunión parecida.
Hablando sobre el futuro ministro de Interior
En la grabación se acredita que Muyshondt ofreció a los ‘mareros’ que si ganaba el candidato de la derecha, ablandaría las duras condiciones carcelarias de los principales líderes de las pandillas que están en la prisión de la ciudad de Zacatecoluca, en la zona central del país.
Además, consultó con ellos la conveniencia de colocar como ministro de Interior, en un hipotético Gobierno presidido por Quijano, al ex guerrillero y hoy fuerte crítico del FMLN, Facundo Guardado.
El vídeo fue publicado por el diario digital El Faro, una prestigiosa página digital salvadoreña especializada en investigación, muy especialmente en todo lo relacionado con el mundo de las maras. Esta página ya informó en abril de 2014 de que ARENA había intentado llegar a un acuerdo con las maras tras la primera vuelta de las elecciones presidenciales, en las que su candidato Norman Quijano quedó en segundo lugar a poco más de 6.000 votos del vencedor.
Hipocresía electoral
El director de elfaro.net , José Luis Sanz, declaró a lainformacion.com que «la grabación pone en evidencia el nivel de hipocresía de un partido que hizo girar la estrategia de la tregua hacia el enfrentamiento con las pandillas», actitud que derivó en un considerable aumento de la violencia.
Según Sanz, «ARENA basó la campaña electoral de 2014 en el hecho de que el FMLN había negociado con las pandillas y había traicionado a las víctimas». Llegó a publicar páginas en los periódicos de fotos de brazos tatuados con el anagrama del FMLN, asociando a los mareros (que suelen tatuarse todo el cuerpo) con el partido de la izquierda.
Aunque en un primer momento la derecha había mantenido una postura aparentemente neutral frente a la tregua, fueron endureciendo sus posturas a medida que se acercaban las elecciones «como estrategia de campaña».
ARENA boicoteó todos los intentos del anterior Ejecutivo de llegar a una solución pactada, algo que habían intentado, y logrado hasta cierto punto, varias alcaldías no sólo del FMLN sino también del mismo partido conservador (el alcalde de Ilopango es un claro ejemplo).
Sólo se sentó a negociar, a escondidas, cuando entendió que las pandillas estaban impidiendo el voto de algunos de sus simpatizantes, lo que ponía en riesgo su victoria en una disputa electoral que se presentaba muy reñida, como luego se demostró.