España: Cataluña vota separarse de España… aún no se sabe como
Los independentistas catalanes se declararon decididos a emprender el proceso de secesión de España, tras obtener una mayoría absoluta de escaños en las elecciones al parlamento regional del domingo.
«Hemos ganado», lanzó el presidente regional saliente, el independentista Artur Mas.
«Tenemos un mandato democrático (…) y esto nos da una enorme legitimidad para seguir adelante con este proyecto», añadió, celebrando la victoria frente a 2.000 personas que ondeaban banderas independentistas en el centro de Barcelona. Con casi 98 % de votos escrutados, su coalición Junts pel Sí, obtuvo 62 escaños.
Sumados al partido independentista de izquierda radical CUP, que obtuvo 10 escaños, alcanzarían 72 de los 135 diputados de la cámara regional.
Para pactar, la CUP exigió poner en marcha un plan de emergencia social y no escoger como presidente al liberal Artur Mas.
En su fiesta de celebración, llamaron a la desobediencia. «A partir de mañana la legislación española puede y debe ser desobedecida por los catalanes», dijo su líder Antonio Baños.
«Hoy nace la república». Las elecciones registraron una participación del 77,5 %, un récord en los comicios de esta región. Oficialmente su función era renovar el parlamento y el gobierno regionales pero, en esta ocasión, los independentistas prometieron emprender un proceso para llevar a la constitución en 2017 de una república independiente en esta región de 7,5 millones de habitantes. «Esto es muy emocionante», declaró a la AFP Agustí Raga, jubilado de 73 años. «Estamos muy contentos de vivir un momento histórico», agregaba su esposa, Cristina Elgstrom, de 49 años.
La hoja de ruta ideada por la coalición Junts pel Sí prevé empezar su andadura hacia la independencia con una declaración de inicio del proceso independentista una vez constituido el parlamento regional. Su intención es abrir entonces negociaciones con Madrid y Bruselas para buscar una salida a la secesión.
Está en juego la región más rica de la cuarta economía de la Eurozona justo cuando ésta deja atrás la crisis y crece a velocidad de crucero.
Sin Cataluña, España perdería 25 % de sus exportaciones, 19 % de su PIB, 16 % de su población, su principal puerta a Europa y su principal destino turístico.
Rajoy y su gobierno repitieron sin cesar que no aceptarán ningún tipo de negociación para dividir el país, que en diciembre celebrará unas elecciones legislativas que podrían alterar notablemente el mapa político. Incluso, están a punto de aprobar una propuesta de reforma urgente del Tribunal Constitucional que permitiría inhabilitar a Mas por cualquier acto ilegal. La respuesta de los independentistas, contemplada en su hoja de ruta, sería declarar la independencia unilateral.
Y Artur Mas advirtió recientemente que Cataluña podría dejar de pagar su parte de la deuda española, que asciende a casi un 100% de su PIB. «Si las cosas se complicaran tanto, aunque no tienen por qué complicarse, el problema lo tendría fundamentalmente el conjunto de España», advirtió en una entrevista reciente con la AFP. Y, en este contexto, el presidente del País Vasco español, Iñigo Urkullu, reclamó también el domingo «una consulta legal y pactada» sobre el estatuto de la «nación» vasca.