Evo Morales ante la ONU: «Si queremos defender la vida no queda otra que acabar con el capitalismo»
El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha afirmado este miércoles, en su intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas que, «si queremos defender la vida, no queda otra que acabar con el capitalismo». Además, ha alertado a los 193 miembros de la organización internacional de que «no habrá armonía en el mundo, si la arrogancia de los imperios y su colonialismo renovado acosan, apresan y asesinan a los seres humanos, a las culturas y a los pueblos del mundo». «El imperio de las finanzas, el imperio de los mercados, el imperio de la industria armamentista, deben sucumbir para dar paso a la sabiduría de la vida y la vida en armonía con la paz», ha considerado, de acuerdo con la agencia de noticias ABI.
En este sentido, ha recuperado su tradicional denuncia de que «la Madre Tierra agoniza» a causa de la crisis ambiental «generada por un capitalismo depredador que convierte la vida humana, la Madre Tierra en mercancía». Para revertir este proceso, su consejo ha sido claro: «Si queremos defender la vida, si queremos defender la Madre Tierra, no tenemos otro camino que acabar con el sistema capitalista y el pensamiento imperialista por el bien de la Humanidad».
«Proponemos al mundo el vivir bien en armonía con la Madre Tierra y la construcción de la cultura de la vida, de la complementariedad, de la solidaridad y de la paz», ha proclamado, recordando que el G77 más China y la propia ONU se han mostrado de acuerdo con esta propuesta. «Este es el siglo de la paz, pero de la paz con soberanía, con libertad de los pueblos y no con libre mercado. Este es el siglo de los acuerdos para la paz, para la libertad, no para los acuerdos de comercio de la vida», ha sostenido.
Por otro lado, Morales ha pedido a Naciones Unidas y a sus estados miembro que «acompañen a Bolivia y Chile» para resolver el conflicto territorial que les ha llevado hasta la Corte Internacional de Justicia (CIJ). «Haremos bien a nuestros pueblos, a nuestras nuevas generaciones, a la región y al mundo concertando una solución efectiva y en paz con el acceso soberano de Bolivia al mar», ha argumentado, indicando que se trata de «un desafío por la paz, la justicia y el derecho».
«Con la convicción de un país que cree y promueve la paz en sus relaciones con todos sus vecinos es que acudimos ante la CIJ en busca de diálogo para resolver pacíficamente y de buena fe una prolongada disputa sobre nuestro acceso soberano al océano Pacifico», ha dicho.
El conflicto territorial se remonta a 1879, cuando Bolivia perdió su salida al Pacífico en la guerra que mantuvo con Chile, que culminó con el Tratado de Paz y Amistad de 1904, sobre el derecho de libre tránsito de mercancías bolivianas hacia y desde puertos en este océano. Chile asegura que con el acuerdo de paz –que fue ratificado por los parlamentos de ambos países veinte años después– se establecen las fronteras –también las marítimas– de las naciones combatientes, por lo que no ha lugar a ninguna disputa territorial. Bolivia argumenta que el acuerdo de paz es «injusto, incumplido e impuesto» y ha rechazado la intangibilidad de los tratados internacionales, recordando que Estados Unidos se avino a superar el firmado en 1903 con Panamá.
En un intento por destrabar el conflicto bilateral, el Gobierno de Morales y el de la también entonces presidenta chilena Michelle Bachelet firmaron en 2006 una agenda de 13 puntos para iniciar las negociaciones sobre la salida marítima para Bolivia. No obstante, el diálogo nunca llegó a iniciarse, más allá de reuniones de trabajo, por lo que finalmente el pasado 24 de abril el Gobierno boliviano presentó una demanda en la CIJ para exigir su salida marítima a Chile.