Hallan un lugar de culto de hace 4.000 años dedicado al dios egipcio Osiris
Una pequeña construcción dedicada al culto del dios Osiris, que data de la enigmática dinastía faraónica XI (2150-1990 a.C.), ha sido descubierta por expertos egipcios en la ciudad arqueológica de Abidos, al sur de El Cairo. La importancia del descubrimiento se debe a la escasez de piezas arqueológicas halladas del faraón Mentuhotep II en Abidos, informó el ministro de Antigüedades, Mamduh al Damati.
La estructura de piedra caliza posee inscripciones de los títulos que ostentó en vida Mentuhotep II, del que poco se conoce, al igual que de su dinastía. Este faraón quiso durante su reinado levantar construcciones en la ciudad santa de Abidos para expandir su influencia en el norte y su devoción a Osiris, destacó Al Damati.
El culto a Osiris fue unido a principios de la dinastía V (2.465-2.323 a. C.) al de la divinidad local de Abidos, identificada como Jenti Amanti, por lo que pasó a llamarse Osiris Jenti Amanti. Los especialistas se dedican actualmente a labores de restauración para preservar las inscripciones de los muros de los efectos de la erosión causada por la salinidad y la filtración de aguas.
El hallazgo se produjo durante operaciones de limpieza que el Ministerio comenzó tras descubrir que habitantes locales intentaron excavar ilegalmente en busca de piezas arqueológicas en esta zona de Abidos, lo que causó un derrumbe.
A Osiris se le representa casi siempre momificado, con la piel verde o negra y los atributos de la realeza, una corona Atef, el cayado heka y el látigo (mayal o nejej) o el cetro uas. El pilar dyed era su objeto sagrado. Aunque raramente, también se le representó con forma de cocodrilo, toro negro, garza, can o de gran pez.
Osiris, como dios agrario, tiene la piel de color verde, pues simboliza el color de la vegetación y la regeneración. El negro está asociado a la tierra negra y fértil que en cada inundación del Nilo aportaba nueva vida al campo. Hay una fuerte conexión simbólica entre el negro y la tierra fértil de Egipto: Kemet.
Era el jefe de la tríada Osiriaca, formada por Osiris, Isis (su mujer) y Horus (su hijo). El mito de Osiris introduce en la religión las nuevas ideas del bien y del mal. En el mito inicial, Osiris (el bien), es asesinado por su hermano Seth (el mal), quien lo arroja al Nilo, en donde lo encontrará Isis que ayudada de su sobrino Anubis le devuelve la vida con su amor. Con esa resurección se establece el triunfo del bien sobre el mal.
Osiris fue un héroe cultural, rey mítico, fundador de la nación egipcia, que enseñó a los hombres la civilización, las leyes, la agricultura y cómo adorar a los dioses. Muere como hombre pero resucita como inmortal gracias a Thot. Es el responsable de juzgar a los muertos en la Duat, donde está acompañado por 42 dioses-jueces (uno por cada nomo) que dictaminarán lo que acaecerá al difunto.
Fuente: 20Minutos.es (CC) y Wikipedia