Kellogg cierra en Venezuela y Maduro toma el control de la empresa
La planta de alimentos cerró debido a la profunda crisis económica de Venezuela.
El gobierno venezolano del Presidente Nicolás Maduro, tomó hoy el control de la empresa estadounidense de alimentos Kellogg, una vez detuviera sus operaciones en Venezuela por el acelerado deterioro económico del país, Nicolás Maduro expresó hoy que las autoridades reabrirán la planta y su producción estará a cargo en manos de la clase obrera Venezolana, igualmente denunció, que el cierre busca asustar al pueblo de Venezuela en vísperas de los comicios, cuyos resultados no reconocerán Estados Unidos, la Unión Europea y varios países latinoamericanos. Imperialistas, oligarcas, a este pueblo no lo asusta nadie, este pueblo tiene un presidente y un gobierno que lo protege y añadió que pedirá una orden de captura internacional contra los dueños y accionistas de la filial Americana en Venezuela.
Maduro indicó que el Gobierno va a iniciar las acciones judiciales para solicitar el código rojo de Interpol, el mayor nivel de alerta, para los dueños, accionistas de la empresa Kellog, para que paguen en los tribunales. La fabrica de cereales cerró hoy su planta situada en Maracay finalizando 57 años de actividades en el país, que durante años fue considerado un paraíso para empresas estadounidenses. El deterioro de la situación económica y social ha obligado a que la compañía detenga sus operaciones y salga del país, es el anunció en un comunicado de la empresa, todos los activos, compromisos y garantías legales han sido cubiertos por Kellogg a favor de sus empleados, clientes y proveedores.
La decisión del cierre sorprendió a unos 300 trabajadores que al llegar a sus puestos de trabajo en la fabrica, se encontraron con la reja encadenada y un aviso de cierre, este cierre se suma al de otras multinacionales en los últimos años por la debacle del país petrolero, como la General Motors, Kimberly-Clark y Clorox. Empresas como Coca Cola y Colgate, han cesado temporalmente o recortado operaciones. General Motors, principal constructor de automóviles de Estados Unidos y presente en Venezuela durante 69 años, tenía paralizada su planta antes de que el gobierno la expropiara, decisión que llevó al despido de 2.700 empleados.
Las empresas multinacionales que operan en Venezuela, tienen perdidas de millones de dólares ante la situación económica de Venezuela en la que su moneda el bolívar, se ha devaluado 95 % desde el pasado mes de febrero y la hiperinflación, según el FMI alcanzará 13.800 % en esta año 2018, las escasez de divisas que monopoliza el Estado, y los controles de precios, hacen que las compañías no puedan calcular con precisión sus ingresos en Venezuela. En el caso de la empresa Kellogg impacta uno de los sectores más golpeados por la crisis venezolana que es el de alimentos, escasos o impagables, ya que el ingreso básico de una persona en Venezuela da solo para medio kilo de carne.