La tragedia golpea a los indígenas de Sierra Nevada en Colombia
Los pueblos indígenas arhuacos, kogis y wiwas en la región de la Sierra Nevada de Santa Marta, al norte de Colombia, han sido golpeados por una serie de trágicos sucesos. El 6 de octubre once indígenas wiwas fallecieron después de que un rayo impactase sobre una edificación comunitaria donde se encontraban reunidos sesenta líderes indígenas. Entre los fallecidos había algunos “mamos”, o líderes espirituales, y expertos en salud. Al día siguiente, cinco niños arhuacos y la madre de uno de ellos fallecieron a causa de un corrimiento de tierra que destruyó su hogar.
El 14 de octubre, Jacinto Sauna Zarabata, hijo del líder del pueblo kogi, fue asesinado a tiros. Jacinto se encontraba en su hogar con su pareja en el momento del asesinato. El padre de Jacinto, José de los Santos Sauna, contó a la prensa que ya había recibido amenazas de muerte en el pasado pero se desconoce todavía el motivo de la muerte de su hijo.
En un comunicado, la organización de los indígenas de la Sierra Nevada, Gonawindúa Tayrona , declaró: “Esperamos que este hecho no quede impune como tantos otros que han quedado en el olvido como los casos de los homicidios de los líderes Napoleón Torres, Ángel María Torres y Huges Chaparro, pues ya cursan 22 años sin que se hayan aclarado los hechos ni aplicado la justicia; o el atentado contra el cabildo gobernador del resguardo Arhuaco Rogelio Mejía Izquierdo, ocurrido el 9 de Noviembre de 2012 en Pueblo Bello Cesar.”
Los indígenas de la Sierra Nevada creen que mantener el equilibrio del universo es su responsabilidad, y que los desastres naturales son consecuencia del fracaso humano en la preservación de ese equilibrio.