Los datos de Rosetta revelan que el cometa 67P ha cambiado de color
En enero de 2014, después de casi una década de viaje, la sonda Rosetta despertó para comenzar a tomar fotografías al cometa 67P/Churiumov-Guerasimenko. Aunque la misión de la ESA se aproxima a su final, las imágenes siguen revelando secretos sobre el cuerpo celeste.
Un equipo de científicos de la Agencia Espacial Europea ha publicado recientemente un estudio donde revelan que el color del 67P ha cambiado a medida que se acercaba a la órbita solar. Han analizado los datos recogidos por uno de los instrumentos de imagen de la sonda (cuyo acrónimo es VIRTIS) para hallar que la coloración rojo oscuro inicial de la superficie se ha ido transformando en un tono azulado.
El motivo es el cambio producido en su exterior. La capa de polvo que cubría el cometa al principio, constituido por minerales y compuestos orgánicos, ha ido pasando a formar parte de su cola a medida que avanzaba hasta quedar casi desnudo.
La desaparición de esta cubierta rojiza ha dejado al descubierto el corazón helado del cometa, que le daría el color azulado. Además, su acercamiento al Sol acentúa el brillo del 67P, incrementándolo hasta un 34% en algunas regiones.