Merkel amenaza a EEUU tras nuevo caso de espionaje
La detención de un espía alemán al que Berlín acusa de ser agente doble al servicio de EE.UU. amenaza con provocar una crisis en las relaciones entre ambos países. La canciller Angela Merkel, en declaraciones durante su viaje oficial a China, ha asegurado que si se demuestra que el agente alemán detenido cooperaba con los servicios secretos de EEUU «se trataría de un proceso muy serio» y una contradicción con la supuesta cooperación entre socios y aliados.
«Si los informes son correctos, sería un caso serio (…) Para mí sería una clara contradicción con lo que considero que es la cooperación en confianza entre agencias y socios», ha declarado Merkel en Pekín, donde ha comparecido junto al primer ministro chino, Li Keqiang.
La Casa Blanca no ha hecho aún ningún comentario sobre la detención de un hombre de 31 años, empleado de la agencia de inteligencia exterior alemana, el BND. Según la información que ha trascendido, el detenido ha admitido haber pasado información a un contacto estadounidense sobre la comisión parlamentaria que investiga, precisamente, las revelaciones del exempleado de la CIA Edward Snowden sobre el espionaje masivo de EE.UU.
Gracias a la información desvelada por Snowden se supo que la Agencia de Seguridad de EE.UU. (NSA en sus siglas en inglés) había espiado a Alemania y había pinchado el teléfono de Merkel.
Según la información publicada en distintos medios alemanes, y que no ha sido ni confirmada ni desmentida por el Gobierno alemán, el acusado pasó 218 documentos internos alemanes, incluidas tres actas relacionadas con las pesquisas de la comisión investigadora del Bundestag. A cambio de esos servicios, habría percibido 25.000 euros del espionaje estadounidense, que le fueron transferidos en un encuentro en Austria.
El periódico Süddeutsche Zeitung asegura que el sospechoso trató de contactar con los servicios secretos rusos, aunque se desconoce si también transfirió información en esa dirección.
El ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, ha advertido que el caso tendrá consecuencias. «Aún no hemos terminado de aclarar esto. Pero si las sospechas confirman que los servicios secretos de EE.UU. estaban implicados, se convertirá en un asunto político y no podemos hacer como si nada hubiera pasado», ha dicho Steinmeier desde la capital de Mongolia, Ulan Bator, donde se encuentra de visita oficial.
Por último, el responsable de la cartera de Interior, Thomas de Maizière, ha emplazado a EEUU para que de su versión de lo ocurrido y ha instado a la inteligencia alemana a tomar «contramedidas» para evitar que este caso se repita.
Sin embargo, y según ha puntualizado la portavoz del Gobierno alemán, Christiane Wirtz, la disputa no interferirá en las relaciones económicas entre ambos países y concretamente en las negociaciones para el Acuerdo Trasatlántico sobre Comercio e Inversiones (TTIP, en sus siglas en inglés), que la UE negocia con EE.UU.