México quiere prohibir las narconovelas
Políticos mexicanos y activistas conservadores exigen que los programas de televisión con argumentos sobre el tráfico de drogas solo puedan verse después de la medianoche, para no exponer a los menores a la violencia gratuita y al estilo de vida de los mafiosos.
El argumento es que series como El Señor de los Cielos, que dramatizan la vida del fundador del cartel de Juárez, Amado Carillo Fuentes, y La Reina del Sur –la historia de ficción sobre la jefa de una organización narco basada en un libro de Arturo Pérez Reverte– glorifican el crimen en un momento en que el país vive cada vez más abrumado por la violencia del narcotráfico.
Esta semana, los presidentes de las comisiones de radio, televisión y cine del Senado y de la Cámara de Diputados dijeron en una declaración conjunta que las autoridades no deberían permitir que las televisiones «promuevan la justificación de la violencia y muestren al narcotráfico como un estilo de vida al que aspirar».
El senador Zoé Robledo y diputada Lía Limón acusaron a las llamadas narconovelas de debilitar el tejido social mexicano «promoviendo falsos valores y comportamientos sociales agresivos, lo que genera una lamentable retroalimentación al crimen organizado».
México se acerca estos días al décimo aniversario del lanzamiento de una represión militarizada contra el crimen organizado, una campaña que ha costado cerca de 150.000 vidas, ha dejado más de 25.000 desaparecidos, pero no ha conseguido imponer el estado de derecho ni disminuir el tráfico de drogas.
La prohibición de las narconovelas en la tv abierta es apoyada por la campaña A Favor del Mejor, que argumenta que en un país donde más gente posee televisores que refrigeradores, los contenidos televisivos «influyen en la conducta y las aspiraciones de millones de mexicanos».
«Esta tragedia no se puede convertir en entretenimiento», asegura el presidente de En Favor del Mejor. Francisco González Garza señala que, en teoría, las normas existentes ya prohiben la transmisión de escenas sexuales o de violencia excesiva en prime time.
También los narcocorridos
La medida tiene precedentes: algunos estados y municipios han aprobado ordenanzas prohibiendo los narcocorridos, las canciones que ensalzan a los narcotraficantes.
Pero Rodolfo Soriano-Núñez, antropólogo en la ciudad de México, asegura que no hay pruebas de que tales prohibiciones tengan algún efecto sobre el comportamiento. Las ordenanzas son jugadas políticas, «porque es más fácil perseguir a un cantante que a un narco».
Las dos emisoras más grandes de México –Televisa y TV Azteca– tienen una larga historia de producción y exportación de telenovelas, pero han ido perdiendo audiencia en los últimos años a medida que los mexicanos optan cada vez más por ver programas en streaming o en los canales por cable.
Películas mexicanas como El Infierno, Miss Bala y Heli han expuesto la carnicería derivada de la guerra contra las drogas, pero la mayoría de las series sobre el narco se producen en Estados Unidos o Colombia, lo que sugiere que el interés por espectáculos basados en realidades desagradables sigue siendo algo limitado en México.
«Por lo general, los países de fuera de México son conocidos por su tolerancia hacia dramas televisivos más realistas», explica Paul Julian Smith, profesor de la City University de Nueva York.
La petición de prohibir las narconovelas llega justo después de que otra cadena, Imagine Televisión, comenzara a emitir dos veces por semana una serie espectáculo semanal sobre el negocio de drogas llamada El Capo.
Fuente: Eldiario.es (CC)