Presidente Santos de Colombia suspende el proceso de paz.
El secuestro de un General del ejercito, vestido de civil ha provocado malestar en los actores del proceso de paz.
El presidente Colombiano, Juan Manuel Santos, dejó claro que el diálogo de paz queda en suspenso hasta que las FARC liberen a los secuestrados, entre ellos un general, en medio de información confusa sobre por qué el militar estaba en una zona convulsa vestido de civil y sin avisar a las autoridades.
«Mientras esta situación no se solucione, les he reiterado a los negociadores del Gobierno que no podrán viajar a La Habana para reanudar las conversaciones», dijo Santos en una alocución al país. El proceso de paz pasa por su mayor crisis desde que se inició hace justo dos años en La Habana, ya que ha generado una gran inquietud a la sociedad colombiana y a la comunidad internacional. «A las FARC les exijo, y no solo yo, se lo exigen nuestra nación y toda la comunidad internacional, que demuestren su voluntad de paz con acciones y no solo con palabras», agregó Santos, al anunciar que ha pedido a Cuba y Noruega, garantes del diálogo, su colaboración para salir de esta grave situación. Además confirmó que, de reanudarse el proceso, se seguirá negociando en medio de la guerra, en respuesta a los partidos progresistas, de izquierdas y a los movimientos sociales que pidieron un alto el fuego bilateral para sacar a flote la paz que necesita el país tras 50 años de conflicto armado.
Poco antes, el Frente Amplio por la Paz, encabezado por la exsenadora liberal Piedad Córdoba, ofreció una rueda de prensa en Bogotá en la que se insistió en la necesidad de la tregua. Todos los partidos, incluida la Alianza Verde y el derechista Centro Democrático, liderado por el expresidente Álvaro Uribe, exigieron la pronta liberación de los secuestrados. La ONU, que a través de un comunicado emitido desde su oficina en Bogotá, expresó su «inquietud» por el impacto que ha tenido en el proceso de paz el secuestro del general Rubén Darío Alzate, el cabo primero Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego en una zona remota del departamento del Chocó.
El General Alzate llegó al lugar sin avisar a las autoridades de esa localidad, donde al parecer conversó en la iglesia con quienes después lo apresaron, y mientras crece la incertidumbre con los colombianos divididos entre los que quieren seguir con las negociaciones y aquellos que prefieren no dar una oportunidad a la paz, se acumulan las dudas sobre cómo se produjo el secuestro del general Alzate en Las Mercedes, una pequeña localidad del Departamento Colombiano del Chocó. Según el vicepresidente del consejo comunitario de Las Mercedes y quien fue testigo de los hechos, Presentación Palomeque, el General Alzate llegó al lugar sin avisar a las autoridades de esa localidad, donde al parecer conversó en la iglesia con quienes después lo apresaron.
En declaraciones a los periodistas Palomeque subrayó que todas las visitas, y más de un rango tan alto, deben informar de su presencia, de acuerdo a los protocolos de seguridad, por tratarse de una zona muy afectada por el conflicto armado. Detalló que Alzate viajó desde Quibdó por el río Atrato en una pequeña barca sin escolta y sin uniforme militar, junto al soldado Rodríguez y la abogada Urrego, una vez allí desembarcaron en Las Mercedes, a donde llegaron poco después en otra embarcación tres personas más, también vestidas de civil y con armas.
En una declaración adicional que sólo publica el diario El Colombiano, Palomeque asegura: «ellos se bajaron de la panga (barca) y fueron hasta el atrio de la iglesia. Río abajo llegó otra panga con otros tres hombres, vestidos de civil, que fueron hasta la iglesia para hablar con esas personas». Pero el funcionario no pudo confirmar si se trató de un encuentro pactado o si bien ambos grupos se encontraron en la iglesia por casualidad. Mientras tanto, el gobernador del Chocó, Efrén Palacios, y la alcaldesa de Quibdó, Zulia Mena, justificaron que el general fuera a Las Mercedes de civil porque buscaba implementar programas sociales para la comunidad.
El propio presidente Santos ha exigido una investigación para determinar por qué el general no respetó los protocolos y para ello envió a su ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, a Quibdó, donde hoy se celebró un consejo extraordinario de seguridad. Un portavoz de Defensa dijo a la agencia de noticias Efe que hasta esa región se han desplazado 500 hombres entre soldados y militares.