Rousseff autoriza a entrar por la fuerza en viviendas para fumigar contra el zika
El Gobierno de Brasil ha aprobado un decreto por el cual permite a los equipos de fumigación entrar por la fuerza en propiedades privadas en busca de posibles focos del mosquito Aedes Aegypty, transmisor del dengue, el zika y la chikunguña.
La medida ha sido publicada este lunes en el Diario Oficial de la Unión y da mayor margen de acción a los operarios que trabajan desde diciembre para la contención del virus, que se han encontrado en ocasiones con las reticencias de los dueños de viviendas.
El texto autoriza la entrada en los inmuebles públicos y privados abandonados o donde haya sido imposible localizar a sus ocupantes, así como en aquellos en los que, aunque se niegue el propietario, sea «esencial» fumigar, según la agencia Brasil. Los trabajadores sanitarios podrán solicitar presencia de la Policía.
El Ministerio de Salud ha confirmado que los agentes públicos y los militares desplegados contra el mosquito ya han visitado alrededor de 11 millones de domicilios en todo el país, casi una cuarta parte del total previsto. Las autoridades han identificado la presencia del mosquito en unos 355.000, mientras que no han podido acceder a 45.000 por el rechazo del propietario.
La medida se enmarca en la lucha del Gobierno brasileño contra este mosquito, de apenas un centímetro que ha activado la alarma en Latinoamérica al comprobarse la relación entre el zika y el aumento de casos de microcefalia.
Además de la actuación del Ministerio de Salud brasileño, la cartera de Defensa ha movilizado a 220.000 militares para concienciar a la población sobre el riesgo que supone este insecto y la importancia de evitar la acumulación de agua en los hogares.
Los funcionarios de salud y los militares han visitado hasta el momento más de 10,9 millones de inmuebles en más de 3.000 municipios del país, lo que supone el 22,2 % de los previstos.
La atención está centrada principalmente en el estado de Permabuco, en la región nordeste del país, donde se han registrado la mayor parte de los posibles casos de microcefalia en Brasil.
