jueves, noviembre 21, 2024
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Un juez anula de forma cautelar el nombramiento de Lula como ministro a petición de la oposición

Un juez de Brasilia anuló este jueves de forma cautelar el nombramiento del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva como ministro de la Presidencia del gabinete de su sucesora, Dilma Rousseff, informaron fuentes judiciales.

La decisión judicial, adoptada por el magistrado Itagiba Catta Preta Neto, del Tribunal Federal de Brasilia, anula así el acto en el que Lula prestó juramento ante Rousseff hasta que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre el caso. En su decisión, el magistrado sugiere que Rousseff podría haber cometido un delito y argumenta que, si Lula asume el cargo de ministro, tendrá poder para realizar una «intervención indebida y odiosa» en la policía, la fiscalía y el poder judicial.

La decisión del juez responde a una demanda de los partidos de la oposición, que fundamentaron su petición en las causas abiertas por la justicia contra Lula, investigado en diversos procesos y acusado formalmente de los delitos de enriquecimiento ilícito, blanqueo de dinero y falsificación de documentos.

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En su resolución, el juez también señala que Rousseff podría haber incurrido en un delito de «responsabilidad» al nombrar a Lula, puesto que la ley impide al presidente de la República cometer actos contra «la probidad» de la administración pública. Los delitos de «responsabilidad» son uno de los motivos por los que la Constitución permite realizar un juicio político con el objetivo de destituir el jefe del Estado.

En este sentido, el juez ordena que se informe de los hechos a la Procuraduría General del Estado y al presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, autoridad competente para impulsar los juicios políticos. La Cámara de Diputados decidió reanudar este mismo jueves el trámite de un posible juicio político a Rousseff, tras conocerse ayer miércoles unas grabaciones comprometedoras de conversaciones entre la presidenta y Lula.

Las grabaciones hechas con orden judicial generan la sospecha de que de Rousseff designó a Lula ministro para demorar el proceso judicial contra el expresidente.

La decisión del magistrado se produjo después de la ceremonia de toma de posesión de Lula en el Palacio presidencial de Planalto, en la que la presidenta brasileña hizo unas críticas muy duras a los jueces que lo investigan por supuesta corrupción. «Las circunstancias actuales me dan la magnífica oportunidad de traer al Gobierno al mayor líder político de este país», dijo Rousseff , en un acto al que acudieron cientos de parlamentarios tanto oficialistas como opositores, y miembros de movimientos sociales.

En las afueras del Palacio de Planalto se congregaron cientos de partidarios del Gobierno y otros grupos que exigían la destitución de Rousseff y que Lula sea juzgado, que por momentos llegaron a enfrentarse y obligaron a la intervención de la policía. En el resto del país también hubo manifestaciones y sonoros cacerolazos en protesta por el nombramiento de Lula como ministro de la Presidencia, el cargo más influyente del Gobierno.

A la ceremonia asistieron decenas de parlamentarios de la base oficialista, que recibieron a Lula y a Rousseff al grito de «no habrá golpe», en alusión al trámite con miras a un posible juicio político contra la mandataria, que será retomado hoy en la Cámara de Diputados. También estaban presentes legisladores de la oposición, algunos de los cuales gritaban «vergüenza».

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En un ambiente de abierta polarización, Rousseff expresó su «repudio total e integral» a la divulgación por parte del tribunal que investiga al expresidente de unos audios de una conversación entre ambos, que parece sugerir una maniobra de la gobernante para influir en favor de su nuevo ministro. Esa conversación fue interpretada por la oposición como un intento de Rousseff por impedir la posibilidad de que Lula fuera arrestado antes de su asumir su condición de ministro, que le ha dado fuero privilegiado ante los tribunales.

Rousseff calificó de «ilegal» tanto el hecho de que se hayan grabado unas conversaciones que ella sostuvo con Lula como su difusión y aseguró que todo el asunto será investigado para saber «quién lo autorizó, por qué lo autorizó y por qué lo divulgó», cuando no tenía «nada que pueda levantar sospechas».

En ese audio, grabado este miércoles, tras el nombramiento de Lula, se escucha a Rousseff cuando dice que le enviará documentos que lo acreditan como ministro, aunque aún no había asumido, para que los use «en caso de necesidad». La mandataria mostró ese documento, que tiene solo la firma de Lula, y explicó que la única intención era tenerlo suscrito por si el exmandatario no podía acudir a la ceremonia de hoy, por un problema de salud que sufre su esposa.

Según Rousseff, la divulgación de esas grabaciones tiene como objetivo «convulsionar a la sociedad brasileña con métodos oscuros y criticables, viola los principios y garantías constitucionales, los derechos de los ciudadanos y abre precedentes gravísimos. Los golpes comienzan así», afirmó.

En alusión a ese clima político y los intentos de la oposición por avanzar hacia un juicio político en el Congreso, cuyo trámite será retomado hoy mismo, afirmó que «los gritos de los golpistas» no van a «torcer el rumbo» de su Gobierno.

Karlos García

Karlos García es ingeniero en Grupo VegaMedia, y en sus ratos libres escribe disertaciones sobre tecnología e internet. Por eso siempre está en la nube.

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