Violencia y muerte en San Cristobal y Maracaibo, Venezuela.
Las protestas en Venezuela dejan ya 39 muertos.
Dos personas murieron la madrugada de este sábado en hechos relacionados con las protestas en San Cristóbal y Maracaibo (oeste) contra el gobierno de Nicolás Maduro, aumentando a 39 muertos desde principios de febrero, en un día en que la oposición y el chavismo marcharon nuevamente en Caracas.
Según el ministro de Interior, Miguel Rodríguez, el primer suceso ocurrió cuando tres personas intentaron derribar una valla publicitaria para bloquear nuevamente una vía de San Cristóbal -ciudad cuna de las protestas que cumplen casi dos meses en Venezuela- que ya había sido despejada por la Policía Nacional. «Esa valla hace contacto con un cable de alta tensión y el cable de alta tensión alcanza a Franklin Alberto Romero Moncada, (un empresario) de 44 años, quien fallece en el acto electrocutado», declaró al canal estatal VTV el ministro, quien aseguró que dos personas resultaron lesionadas, una de ellas menor de edad.
En Maracaibo, el «ciudadano Roberto Luis Annese, de 33 años, fallece al estar manipulando un arma de fabricación casera. Mientras hacía uso de este lanzador de mortero, el lanzador explotó y le causó la muerte», explicó Rodríguez.
El presidente venezolano Nicolás Maduro lamentó los fallecidos y se preguntó «¿quién da la cara desde la oposición por la muerte de jóvenes venezolanos?», en un acto realizado en las afueras de Miraflores y transmitido en cadena de radio y televisión. Luego, criticó al gobierno de Estados Unidos por «meter sus narices en los asuntos internos» de Venezuela ante las protestas: «tienen una obsesión con el gobierno de Maduro. Antes la tenían con (el de Hugo) Chávez», exclamó. El Ministerio Público informó en nota de prensa que ya fueron designados los fiscales para investigar ambas muertes.
Cientos de opositores marcharon el sábado por Caracas contra la escasez de productos básicos, la inseguridad y la censura del gobierno, mientras que simpatizantes del chavismo caminaron hasta el palacio presidencial de Miraflores protestando contra el daño ambiental, el «ecocidio», como lo llamaron, que dicen han ocasionado quienes bloquean calles en el país. Ondeando una bandera de Venezuela, Marta Pérez, de 50 años, dijo a la AFP estar «cansada de no conseguir comida y de que los delincuentes maten a nuestros hijos». Por su parte, desde Miraflores, Rodrigo Torres, cuidador de animales de un zoológico del oeste caraqueño, recriminó el uso de árboles «para hacer guarimbas (bloqueo de calles)» y, aunque dijo no estar de acuerdo con la escasez, aseguró que seguirá marchando «por lo que nos dejó Chávez».
Horas después de las manifestaciones de este sábado, un grupo de encapuchados volvió a enfrentarse con la Guardia Nacional en una calle de Chacao, barrio del este de Caracas, constató un periodista de la AFP. Los jóvenes lanzaron piedras, llantas encendidas, bombas caseras, al tiempo que fueron dispersados con gases lacrimógenos y chorros de agua por agentes antimotines, sin que por el momento se hayan reportado heridos o detenidos.
Venezuela vive una oleada de protestas iniciadas por el movimiento estudiantil el 4 de febrero en San Cristóbal, que se extendieron a otras ciudades con el apoyo de partidos políticos opositores con reclamos contra la inflación anual de 57,3%, la inseguridad, la escasez de productos básicos y las detenciones de estudiantes y líderes.
Desde el 12 de febrero, muchas de las manifestaciones han sido dispersadas con gases y otras han derivado en refriegas entre enmascarados y antimotines, con un saldo de unos 379 civiles y 180 funcionarios militares y policiales heridos, 168 personas detenidas y 81 investigaciones abiertas por violaciones a los derechos humanos, según las últimas cifras presentadas por la Fiscalía el viernes.